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miércoles, 28 de julio de 2010

Buscando la Inspiración

Cuando nos planteamos escribir un relato, una novela o cualquier narración en general, a menudo no sabemos muy bien qué contar. Para una mente creativamente entrenada, es cuestión de poco tiempo, pero, ¿qué ocurre si con el paso de los días no encontramos esa idea que nos seduce? ¿A dónde se nos ha ido la musa?
En el mundo de la creatividad tenemos una máxima:
El espíritu creativo es algo más que una iluminación ocasional o un suceso caprichoso.
Si queremos tener más de un momento de inspiración, hay una serie de técnicas que podemos seguir, y todas son facilísimas de llevar a cabo.
La inspiración está en todas partes, simplemente tenemos que estar abiertos a ella de forma activa, buscarla, no esperar a que aparezca, porque lo más probable es que no lo haga, al menos no cuando de verdad la necesitemos.
Por todo ello, aquí van unos cuantos consejos:

1.- Escucha y observa con atención a tu alrededor: La inspiración puede aparecer en forma de frase, suceso o imagen. Por ejemplo, cuando viajes en el metro o el autobús, fíjate en las personas que viajen contigo. Seguro que hay alguien que llama tu atención. Crea una historia a su alrededor: ¿Quién es? ¿Cómo se llama? ¿A dónde va? ¿Qué siente?… Y sigue así hasta donde quieras. Es muy raro que este ejercicio no produzca una idea interesante. Además, si no consigues algo bueno no pasa nada, no habrás perdido el tiempo ya que estarás activando tu cerebro. ¡Para crear de forma habitual hay que ejercitar la mente! Al fin y al cabo, para correr una maratón hay que entrenar primero, ¿no? Esto mismo puedes aplicarlo a las conversaciones que escuches o las escenas que puedas contemplar.

2.- Lee y ve la tele de forma activa: Es decir, no te limites a leer las palabras o contemplar las imágenes. Procura anticiparte a la acción. Idéntificate con uno -o varios- de los personajes y piensa qué harías tú en su lugar. Y, lo mejor, si la película no te está gustando, crea escenas que la mejorarían, en definitiva: inventa la película que te hubiera gustado ver… ¡seguro que es mejor que la que han proyectado! o, al menos, será TU película.

3.- Como variación del punto 1: Puedes observar fotografías, cuadros, etc. Al fin y al cabo, son capturas de un momento concreto en la vida de alguien. Desarrolla una historia a su alrededor usando los pronombres interrogativos habituales: ¿Qué? (¿Qué aparece en la imagen? ¿Qué se ve en ella? ¿Qué se quería representar?¿Qué sentimos al contemplarla?…), ¿Quién? (¿Quién aparece en la imagen?, ¿Quién tomó la fotografía/pintó el cuadro?…), ¿Cómo? (¿Cómo se hizo la foto/pintó el cuadro? ¿Cómo llegó la imagen a nuestras manos?…), ¿Cuándo? (¿Cuándo se creó la imagen, ¿Cuándo la encontramos?…), ¿Por qué? (¿Por qué se hizo esa imagen? ¿Por qué aparecen esas personas/objetos en la imagen?…) y sigue así. Seguro que aparece una buena idea enseguida.

4.- Cajón de sastre: Guarda en una caja (o en el disco duro de tu ordenador) imágenes, frases… Cualquier cosa que te llame la atención. Cuando no sepas muy bien qué escribir, saca tres cosas al azar de ese cajón y trata de enlazarlas. Examínalas bien, analízalas y encuentra los puntos con los cuales puedas crear una relación causal. Si no funciona, saca otras tres al azar, luego otras tres… ¡No hay límite mientras tu cerebro permanezca activo buscando relaciones!

5.- Los sueños: Algunos tenemos la suerte de tener sueños la mar de complejos. En ellos pueden aparecer frases interesantes, imágenes con una altísima carga simbólica, personajes chocantes… Usémoslos. Pero cuidado: Los sueños son creados por nuestra mente inconsciente, una parte de nuestro cerebro que no sufre restricciones de ningún tipo, por lo que a menudo, al pensar en nuestros sueños con la mente racional, los encontramos completamente locos. No pasa nada. Escríbelo tal y como lo soñaste, descubre los puntos que te impactaron más y trabaja con ellos para darles una lógica. Puedes usar el sistema de preguntas de los puntos anteriores. Además, estos sueños te servirán para conocer aspectos de tu personalidad que sin duda no habías tenido en cuenta hasta ahora.

6.- Vagabundeo mental: Dejar la mente en blanco, relajarse y esperar a que lleguen las imágenes es un buen sistema que puede llevarse a cabo en cualquier momento y lugar (siempre y cuando no estemos haciendo algo peligroso, como conducir, usar un taladro…) es lo que comúnmente se denomina “soñar despierto” y lo que los profesores y jefes suelen definir de forma poco positiva como “estar en Babia”, pero es un estado anímico a menudo imprescindible para ser un buen creador de ideas.

7.- El mejor de los consejos: Lleva siempre contigo una grabadora, un cuaderno o cualquier cosa que te sirva para anotar tus ideas, impresiones, etc. Las ideas llegan de repente, sin avisar y, si no tomamos debida nota de ellas, se van por donde han venido. Y, créeme, no regresan.

Fuente: http://diariodeunaescritoranovata.wordpress.com/buscando-la-inspiracion-tenicas-para-invocar-a-nuestra-musa-particular/

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