Es la hora en que te alejes
que vueles y te vayas,
es la hora en que me dejes
y pases las murallas.
Es hora que me olvides
y entre nuevas flores,
encuentres lo que pides
y encuentres mas amores.
Ya es tiempo de que vueles
surcando nuevos cielos,
ya es tiempo de que anhele
el beso de tus vuelos,
ya es tiempo de un adiós
salido de mi pecho,
ya es tiempo de que el Dios
me lleve a su lecho.
Pues en mi pecho el mirlo
ha secado ya sus cantos
se ha ido sin sentirlo,
y se han ido otros tantos.
Y ya todo esta seco
las flores ya no nacen,
el monte es solo eco,
y la lluvia se deshace,
y ya la noche llora,
y el rio se ha apagado,
y el sol ya no atesora
al ruiseñor callado,
el jardín ya es desierto
y el fuego ve la muerte,
y yo también he muerto
y ya no puedo verte.
Ya vete al horizonte
en donde cae el llanto
y ve con el cenzontle
cobijada en su manto,
ya vete para siempre
y no vuelvas la vista,
ya vete en firme temple,
ya vete aunque te insista.
Mejor es que ya emigres
sonriéndole al pasado
y entre rayas del tigre
olvides que te he amado.
Mejor cisne es volar,
que plantarse en lo eterno,
mejor cisne es amar,
que odiar por el recuerdo.
Y así como el cisne huye
del invierno frío
dejando que lo arrulle
el viento del hastío,
así mismo levanta,
tu vuelo a la lejanía,
y allá a lo lejos canta
la canción del alma mía.
Y al fin cuando estés fuera
del bosque congelado
que fue nuestra pradera
en años del pasado,
cuando al fin ya anides,
cisne, en nuevo nido,
te ruego que me olvides
y olvides lo que he sido.
Pues ya con ese olvido,
y siendo feliz tu alma,
volveré yo a aquel nido
donde nací en el alba.
Y ahí, estando esperando,
el llegar de la agonía,
me iré feliz gozando…
¡Pues sé que fuiste mía!
No hay comentarios:
Publicar un comentario